ENERGIAS: NUCLEAR Y ALTERNATIVAS

Motivado a los acontecimos que se están desarrollando en el sector nuclear de Japón motivados al terremoto y posterior maremoto ocurridos recientemente, donde se han afectado 3 reactores de los más de 50 que existen en operación, a traído como consecuencia que los medios de comunicación se enfoquen principalmente en el accidente nuclear casi dejando a un lado la tragedia humana que se está viviendo en Japón, por televisión se ve a cualquier cantidad de “expertos nucleares” diciendo cualquier barbaridad, y cuando salen personas que si conocen del tema nuclear el tiempo de tv es corto para ellos, lo peor es que estas compañas ya han logrado sus frutos en el caso de Venezuela que se congele nuestro incipiente programa nuclear.

Es necesario tener dos puntos de vista para poder tener nuestra propia opinión, a continuación les muestro un extracto del capítulo tres del libro Mitos y realidades de Eduardo Ferreyra:


UN MUNDO DE RADIACIONES


Dado que vivimos en un mundo radioactivo, para las personas que no les gusta la radioactividad, la Tierra no es un lugar que resulta adecuado para vivir. Nuestros cuerpos reciben unas 15.000 partículas radiactivas en cada segundo de nuestra vida. Esto es el equivalente a unos 473 millones de partículas radiactivas al año, o unos 40 billones a lo largo de 85 años. Sin embargo, ni las sentimos ni sufrimos ningún daño aparente por este incesante bombardeo radioactivo.


Hasta que los instrumentos adecuados fueron inventados, la radiación permaneció ignorada, debido a que carecemos del sentido natural para detectarla. Uno de los motivos en que se basa la extendida fobia por la radioactividad reside en la elevadísima precisión de los instrumentos de medición que permiten detectar el centelleo de un átomo solitario.


Se miden con toda facilidad cantidades de radiación de 1 parte en 1.000 millones. ¿Y cuánta radiación es esta parte en 1.000 millones? 1/1.000 millones equivale a 1 nanoCurie y se compara a 1 medida de vermouth en 5 vagones tanque de gin. Lo que se llama un Martini muy, pero muy seco. O puesto de otra manera: hoy viven en la Tierra 5.000 millones de personas; una familia de 5 personas es el equivalente de 1/1.000 millones de la población mundial. ¿Y qué decir de 1 parte de radioactividad en 1 Billón? Esta cantidad de radiación es la que se conoce como picoCurie (pCi) y es 1.000 veces más pequeña que el

nanoCurie (nCi). Equivale a una medida de vermouth en 5.000 vagones de gin!



TERRORES INFUNDADOS


Cuando en Abril de 1986 las nubes que contenían radioactividad proveniente del accidente ocurrido en la central nuclear rusa de Chernobyl llegaron a la costa oeste de los Estados Unidos, la prensa se deleitó en aterrar a la población informándole sobre la cantidad de radioactividad (en picoCuries) que contenían las nubes y los efectos que provocaría sobre la gente cuando cayese a tierra.


Pero no se les explicó que para que una persona recibiese la misma cantidad de radiación que recibe al someterse a un diagnóstico por problemas de la tiroides, la cantidad del agua de lluvia que la gente debería beber era de 250.000 litros – en un solo día.(2) Sin embargo, Greenpeace se dedicó a aterrar a la población de California y del resto del mundo con los terribles cánceres y las espantosas leucemias que estaban listas para caer sobre todos nosotros. La Humanidad iba a extinguirse, o un poco menos.


Del total de radiación que recibimos anualmente, el 82% es de origen natural y sólo el 18% es producido por el Hombre. (4) La radioactividad natural está compuesta por el 55% de gas radón, el 8% de fuentes cósmicas y radiaciones solares, otro 8% de fuentes terrestres, (principalmente uranio y torio) y el 11% del potasio- 40 interno de los seres vivientes.


Pero es el 18 por ciento producido por el Hombre el que es usado para asustar a la población y conseguir que la neurosis se desparrame e instale con tanta fuerza que impide el correcto uso de los razonamientos que permitirían dar soluciones a los problemas que de una u otra forma se generan a partir de la actividad nuclear. Veamos entonces cuán peligroso es el 18% de radioactividad que produce el Hombre. Del total de radioactividad que está presente en el ambiente, el 11% está constituido por los rayos-X de origen médico, el 4% por la medicina nuclear (diagnóstico y terapia), el 3% corresponde a los productos de consumo como detectores de humo, tabaco, cerámicas, etc., y todo el resto de la radioactividad faltante apenas llega al 1%. Pues bien, en este 1% se incluye a toda la actividad de la industria nuclear (reactores experimentales, submarinos y todas las centrales nucleares del mundo), que aportan el 0,1% del total de radioactividad a la que está expuesto el ser humano. Y por este ínfimo 0,1% de radioactividad que recibimos es que Greenpeace y el resto de las organizaciones antinucleares han montado su gigantesca campaña de alarma y terror a escala mundial.



RADIACTIVIDAD Y CÁNCER


El segundo asunto fundamental se resume en este planteo: Con toda la radioactividad y radiaciones que nos bombardean desde todas direcciones, ¿por qué no estamos todos los habitantes de la Tierra ya muertos o siquiera muriendo de cáncer?


La razón científica es que, a pesar de que súbitas exposiciones a muy altos niveles de radioactividad pueden provocar el daño celular que conduzca luego al desarrollo del cáncer, el asunto no es tan claro cuando se refiere a la exposición a pequeños niveles de radiación, aunque estas exposiciones sean crónicas. El riesgo, no sólo parece ser mínimo, sino que el creciente número de estudios científicos que se van publicando tienden a indicar que las exposiciones sostenidas a bajos niveles de radiación ionizante resultan altamente beneficiosas para los organismos vivientes. Aunque usted no me crea, como diría nuestro amigo Ripley. Entonces créale al UNSCEAR (United Nations Scientific Commitee on Effects of Atomic Radiation, o más comprensible, Comité Científico de las Naciones Unidas

sobre Efectos de las Radiaciones Atómicas) que publicó el 11 de marzo de 1994 un informe titulado “Respuestas Adaptivas a la Radiación en Células y Organismos”, (Document A/AC.82/R.542), resumiendo los resultados de 12 largos años de estudios sobre la totalidad de investigaciones y estudios realizados en todas partes del mundo sobre el tema. De manera muy resumida, el UNSCEAR afirma que:


«Las radiaciones ionizantes de bajo nivel son inmensamente beneficiosas para la salud de los seres humanos y animales al provocar efectos estimulantes a niveles bioquímicos, celulares y orgánicos, conduciendo a un aumento de la inmunidad contra cánceres y enfermedades infecciosas, y un incremento de la longevidad y la

fertilidad.»



UN ACCIDENTE GRAVE


Las posibilidades de que esto ocurra, así como sus consecuencias, han sido exhaustivamente analizadas. Como los reactores atómicos no tienen ninguna posibilidad de explotar como una bomba atómica - no fueron diseñados para eso - lo peor que puede suceder es que se derrita el núcleo, provocando una intensa liberación de calor y radioactividad dentro del edificio del reactor. Tal accidente ha ocurrido numerosas veces cuando se ha interrumpido, de alguna manera, el suministro de refrigeración al núcleo del reactor. Por esa razón existen varios, superpuestos y redundantes sistemas de seguridad para evitar (o minimizar) tal evento, y existe un sistema totalmente separado llamado Sistema de Emergencia de Refrigeración del Núcleo. Aún así, en algunos accidentes de este tipo se produjo la pérdida y derrame de combustible nuclear.


En estos accidentes se comprobó la importancia fundamental que tiene el llamado Edificio Contenedor. La radioactividad que escapó del reactor mismo fue contenida - en todos los casos - por las gruesas paredes del Edificio Contenedor. Se puede afirmar con absoluta seguridad que el resultado más importante de estos accidentes fue demostrar que los sistemas de seguridad de las centrales nucleares funcionaron mucho mejor de lo esperado.

Ninguna criatura viviente resultó dañada por los accidentes y no se produjo ningún daño al ambiente. Los únicos daños fueron los materiales que sufrió el reactor.


Son accidentes costosos, pero sólo en dinero. Han servido para producir enormes avances tecnológicos en el diseño, operación y la seguridad de las centrales atómicas. ¿Pueden producirse más accidentes como estos en el futuro? Sin lugar a dudas, pero existe la total confianza de que cualquier radioactividad que escape del reactor quedará encerrada dentro del Edificio Contenedor, de donde será extraída y neutralizada.


Numerosos estudios de análisis de riesgos determinan que con la actual tecnología los riesgos de que ocurra un derretimiento de núcleo pueden darse 1 vez cada 20.000 años de operación de reactores. En el escenario comercial llevamos ya un poco más de 1.000 años/reactor y unos 3.000 años/reactor de operación de submarinos atómicos. Los estudios siguen estimando que 1 de cada 5.000 derretimientos provocará la liberación de radioactividad al ambiente que causaría la muerte de 1.000 personas. Poniendo estas cifras en perspectiva, debemos saber que la generación de electricidad por medio de carbón provoca 10.000 muertes anuales. Entonces, para que la energía nuclear fuese tan mortífera como las centrales a carbón, se deberían producir una inmensa cantidad de derretimientos de núcleos cada año. Como no se han producido, ni parece que se puedan producir nunca, ni tampoco han ocurrido muertes relacionadas con los derretimientos de núcleo, la energía nuclear es claramente mucho más segura que usar carbón para generar electricidad.

Por supuesto, es posible imaginar un accidente en el que mueran 50.000 personas, un accidente en el que absolutamente todo funcione mal y lo haga al mismo tiempo (La Ley de Murphy). Las probabilidades de que esto ocurra son de 1 vez en 1.000 millones de años/reactor.


Lea el articulo completo en:

http://www.mitosyfraudes.org/INDICE/CAP3-Nuclear.pdf

Para descargar el libro completo y saber mas del autor del que hice el extracto:

http://www.mitosyfraudes.org/INDICE.html



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Diferencias entre reacción química y nuclear

Mapa de Venezuela con Guyana Esequiba

Primer libro "Fundamentos de la tecnología nuclear" que se publica en español en Rusia.